No te
acerques a mi tumba sollozando, no estoy ahí….
Estoy
en el viento que te acricia, en las plantas que riegas cada día,
En las
estrellas que brillan de noche sobre tu hogar,
En la
sonrisa de tus hijos, en los pajarillos que cantan en tu ventana.
Por eso,
no te acerques a mi tumba sollozando…. No estoy ahí…
Estoy en
tu recuerdo y en tu corazón.
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